jueves, 11 de octubre de 2012

Prevencion

El primer paso en la prevención de la epilepsia es evitar las causas o factores de riesgo. Algunos fármacos anticonvulsivantes clásicos han demostrado su eficacia en la profilaxis de convulsiones provocadas (agudas sintomáticas), pero no de convulsiones no provocadas (epilépticas). El mejor conocimiento de la patogenia y las bases biomoleculares de la epileptogénesis secundaria a varias causas lesionales, sugiere que fármacos antioxidantes y neuroprotectores, junto a los nuevos anticonvulsivantes, pueden prevenir el desarrollo de la epilepsia. Se necesita diseñar estudios con el objetivo de demostrar su actividad antiepileptógena y/o neuroprotectora a distintas edades de la vida. Nuevas y futuras modalidades terapéuticas pueden ofrecer posibilidades preventivas adicionales.


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